El lunes 3 de julio, el Sr. Arzobispo, Don Francisco Cerro, comenzó un viaje pastoral a la diócesis de Cienfuegos (Cuba), acompañado por el delegado diocesano de misiones, D. José Carlos Arellano.

Durante esos días en Cuba ha impartido ejercicios espirituales a sacerdote, vida religiosa, diáconos permanentes y laicos de la diócesis caribeña, presidida por Monseñor Domingo Oropesa, hasta su ordenación episcopal, sacerdote diocesano de Toledo.

En los primeros días de este intenso viaje misionero, impartió ejercicios espirituales en la Casa de Espiritualidad de Monserrat y una vez finalizados conoció el centro histórico de la ciudad de Cienfuegos, Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, teniendo un encuentro en Pepito Tey con los misioneros Siervos de los Pobres del Tercer Mundo, cuyos candidatos a la consagración religiosa tienen su casa de formación en Ajofrín (Toledo), celebró la santa Misa en la iglesia de la Villa de la Santísima Trinidad, provincia de Santi Spíritu y para concluir su estancia en la diócesis de Cienfuegos visitó al misionero asturiano P. Vega, que lleva más de 70 años compartiendo su ministerio sacerdotal en Cuba.

Desde el domingo 9 de julio se desplazó a La Habana donde desarrolló una intensa agenda que comenzó con la Eucaristía de envío de los 11 jóvenes de la diócesis que realizarán un mes de voluntariado misionero, dentro de la campaña de Verano Misión, en la diócesis de Cienfuegos, incorporándose a un campamento de niños y colaborando en las necesidades pastorales de las parroquias de la diócesis.

Otros de los encuentros importantes que el Sr. Arzobispo ha llevado a cabo estos días ha sido el encuentro con Mons. Juan de la Caridad, cardenal de la Archidiócesis de San Cristóbal de La Habana y fue recibido en la Nunciatura Apostólica , embajada de la Santa Sede en Cuba, por Mons. Giampiero Gloder.

Junto al Delegado de Misiones y una hermana de las Misioneras de la Caridad, visitó el emblemático monumento del Cristo de La Habana “Corazón de Jesús”, que se encuentra ubicado a 51 metros sobre el nivel del mar y en el eje con la Catedral de La Habana.

El resto de los días de su estancia en la capital de la isla, visitó a diversas congregaciones religiosas como el asilo Santovenia de las Hermanitas de los ancianos Desamparados y se encontró con las Hermanitas de Jesús de Carlos de Foucauld y fue recibido en el seminario conciliar de San Carlos y San Ambrosio, por su rector el P. Diego, Sacerdote Operario Diocesano. Después de tener un breve momento de oración en la Capilla Mayor y de conocer las instalaciones, firmó en el Libro de Honor, animando a la comunidad formativa en su proceso de seguimiento de Jesús.

Como final de de la visita pastoral a Cuba, Mons. Francisco Cerro, celebró su 42 aniversario de ordenación sacerdotal con una Eucaristía de acción de gracias en el Monasterio de las MM. Carmelitas Descalzas de La Habana y en la tarde pudo saludar a las Hermanas Siervas de María, dedicadas al cuidado de los enfermos en la capital caribeña.

El viaje ha sido un regalo de Dios, al poder compartir unos días en la diócesis de Cienfuegos y en La Habana, y comprobar que la Iglesia está presente para evangelizar y hacer el bien. Damos gracias a Dios por tantos misioneros que ponen sus vidas al servicio de la Iglesia y de los más pobres. – D. José Carlos Arellano. Delegado Diocesano de Misiones.