En la tarde del viernes 20 de octubre, nos desplazamos a la parroquia del Santísimo Sacramento de Torrijos, para compartir con los fieles de la parroquia la oración por nuestros misioneros en la Vigilia del Domund.

La vigilia misionera, fue presidida por el Sr. arzobispo Mons. Francisco Cerro. Tras la lectura del pasaje del evangelio (Lc. 24, 13-35) hizo una reflexión en clave misionera del conocido pasaje evangélico de los discípulos de Emaús, de donde este año se ha extraído el lema de la jornada del Domund ” Corazones ardientes, pies en camino” y animó a todos los asistentes a vivir como los misioneros, llevando a Jesús a los demás.

También recordó su experiencia de verano en Cuba, dando ejercicios espirituales, compartiendo momentos con los jóvenes diocesanos y conociendo de primera mano la misión extraordinaria que los misioneros y congregaciones religiosas, en la isla caribeña, realizan a pesar de las muchas carencias y dificultades.

Tras la reflexión del sr. arzobispo, Mario Arroyo Barroso, un joven de Talavera de la Reina, contó su testimonio de voluntariado misionero, que se inicia cuando descubre las prioridades de su vida. Mario, dejo su trabajo para dedicar su vida al voluntariado, especialmente con los jóvenes, mostrándoles que la vida de entrega y servicio a los demás llena la vida. Nos habló de su última experiencia de voluntariado con jóvenes en Cuba, colaborando con Mons. Domingo Oropesa en la diócesis de Cienfuegos (Cuba) y sus impactantes testimonios en Calcuta, al servicio de los pobres, colaborando con las Misioneras de la Caridad.